Discurso de Inauguración
Como siempre, es un orgullo abrir las puertas de esta institución al público para exhibir el fruto de años de trabajo, esfuerzo, dedicación, avances e innovación.
La presencia de tantas autoridades, nacionales y provinciales, refleja la importancia que tiene nuestra actividad en la provincia y en la región.
Y, por supuesto, resalta la importancia de esta institución con más de 120 años de destacada y activa participación gremial, política y social. Es un verdadero orgullo pertenecer a ella y un honor poder presidir esta Sociedad Rural.
En esta oportunidad, celebramos y abrimos las puertas de la exposición número 80. Es el momento en que el campo muestra en la ciudad una pequeña parte de lo que hace y cómo lo hace. Las distintas producciones, las maquinarias que se utilizan, el avance de la tecnología, que no deja de sorprender, y el aporte y mejora de la genética en los animales expuestos.
Todas las actividades que realiza el sector agropecuario tienen el mismo fin: producir la mayor cantidad de alimentos, con la mejor calidad, siendo cada vez más eficientes para poder abastecer una gran demanda de consumo. El sector no deja de ser un gran impulsor del desarrollo económico en zonas rurales, generador de empleo genuino que mejora la calidad de vida en esas regiones.
Cada vez son más las prácticas que aseguran la sostenibilidad a largo plazo, compatibles con el cuidado ambiental y la conservación de los suelos.
Es por ello que el sector agropecuario de Salta representa el 70% de las exportaciones de la provincia. Es un sector que, en silencio, invierte de forma directa cada año alrededor de mil quinientos millones de dólares. Así es, cada año, el campo en Salta invierte, para poder producir, sin saber con certeza cómo será la campaña, mil quinientos millones de dólares entre las distintas producciones, como maíz, soja, porotos, caña de azúcar, cítricos, frutas y hortalizas, vinos, leche, tabaco, carne y otras tantas que son muy importantes para cada región.
Inversión pura que se derrama en el interior, donde más se la necesita. La importancia de estas inversiones radica en la actividad económica que se genera alrededor de cada pueblo, de cada ciudad. Generando puestos de trabajo, promoviendo el comercio, la construcción y el turismo.
Es el segundo empleador privado más grande de la provincia, después del comercio, que en muchos casos está ligado al sector. Son más de 30,000 familias que trabajan por y para el campo salteño.
Podrían citarse muchos indicadores más del impacto que genera el sector, pero quiero detenerme por un instante en uno muy gráfico.
En 10 años, sin tener en cuenta el crecimiento en superficie y en productividad, la inversión directa ronda los quince mil millones de dólares. Reitero, de forma silenciosa. Y por eso, lo único que pedimos, y vamos a seguir pidiendo, es que nos dejen trabajar con reglas claras y que nos quiten la presión impositiva. No podemos seguir siendo la caja del Estado.
Desde diciembre pasado, tenemos un nuevo gobierno nacional. Un gobierno que, hasta ahora, está haciendo lo que dijo que iba a hacer. Cuando uno hace lo que dice, crea confianza y credibilidad. El presidente hace anuncios que después se cumplen. Desburocratizar la economía, eliminar retenciones, reducir el gasto público y el costo del Estado, bajar y eliminar impuestos son medidas que se comprometió a implementar; medidas muy necesarias para todos los argentinos y, en especial, para el sector privado que necesita proyectar con una visión a largo plazo.
A pesar de que se habían eliminado casi todos los artículos referidos al sector, apoyamos la ley de bases porque estamos seguros de que Argentina necesita un cambio estructural y que, en el mediano y largo plazo, todas esas medidas pueden repercutir favorablemente en nuestra actividad.
Apoyamos y celebramos la inclusión y aprobación del artículo del tabaco. El tabaco para Salta, para nosotros y para muchos salteños, es muy importante. No queremos entrar en cuestiones políticas; simplemente, vamos a defender la producción y la igualdad para todos.
También acompañamos, y no podemos estar más de acuerdo con los puntos que presentó el presidente en el Pacto de Mayo: inviolabilidad de la propiedad privada, equilibrio fiscal innegociable, reducción del gasto público, educación útil y moderna, reforma tributaria, redistribución de la coparticipación federal de impuestos, compromiso con la explotación de los recursos naturales por parte de las provincias, reforma laboral moderna, y reforma previsional. Apertura al comercio internacional.
Estos son los puntos más destacados del Pacto de Mayo. Sin embargo, solo me detendré en algunos de ellos.
La inviolabilidad de la propiedad privada. Para muchos, parecería una obviedad. Pero la propiedad privada no es tan obvia para todos. De hecho, en la provincia sufrimos usurpaciones en los campos, y el común denominador sigue siendo políticos inmorales que utilizan las carencias de otros en beneficio propio. Un claro ejemplo de ello es lo que sucedió y sigue sucediendo a la vista de todos con la Empresa La Moraleja, en sus campos de Las Lajitas. Una de las empresas más importantes de la provincia no está siendo protegida por este gobierno ni por la justicia, y ello parece constituir un mal mensaje para aquellos que quieran invertir en la provincia. La pregunta obvia es: ¿Dónde está la seguridad jurídica?
Otro de los puntos muy importantes para nosotros tiene que ver con la explotación de los recursos naturales por parte de las provincias. Como sabemos, el Sr. Gobernador, tal como lo manifestó en este mismo lugar el año pasado, seguimos sin concluir con la revisión del ordenamiento territorial de bosques nativos. Sabemos también, porque hemos participado activamente en el proyecto de su revisión, que pronto debería aprobarse.
Esto traería inversiones a la provincia por no menos de cinco mil millones de dólares. En ese sentido, sabemos que contar con reglas claras para invertir constituye un mecanismo para generar recursos en todo el interior de la provincia que tanto lo necesita.
Estamos seguros de que este ordenamiento es mejor que el que tenemos. El actual dejó postergada a la provincia por más de 15 años, sin crecimiento ni desarrollo, viendo cómo aumentaba la pobreza en todos esos lugares donde podría haber trabajo y prosperidad.
La explotación de los recursos naturales también tiene que ver con la minería y otras actividades que ya han generado grandes inversiones y seguirán en ese camino. Lo que no podemos permitir es que se cambien constantemente las reglas de juego. Necesitamos mostrar seriedad ante todo. Adherir al RIGI y luego buscar aumentar las regalías es incumplir la palabra y el compromiso que asumimos como salteños. Entonces, nuevamente cabe la pregunta: ¿Dónde está la seguridad jurídica?